3.8.18

CONFERENCIA - COLOQUIO

"Implicación Socio - Política de Martín Muñoz de las Posadas en la Castilla del Siglo XVI"

Con ese título se desarrolló la actividad, en la que colaboró el 02 de Agosto de 2018 esta Asociación, dentro de la programación de la Semana Cultural 2018 que organiza la Asociación Cultural "Luz de Castilla" de Martín Muñoz de las Posadas.

Información y fotografías: Juan José Alonso

  Cartel anunciador de la actividad



El formato elegido por los ponentes fue un acierto, porque mantuvieron el interés en todo momento de los asistentes, que además participaron activamente al final de la actividad.
D. Eduardo Juarez Valero, Cronista oficial del Real Sitio de San Ildefonso disertó sobre como evolucionaba la sociedad en la Castilla del siglo XVI y D. Pedro Sáez León, Presidente de la Asociación de Amigos del Patrimonio Natural, Histórico y Cultural de Martín Muñoz de las Posadas, comentaba los hechos que fueron más influyentes en Martín Muñoz de las Posadas; con la combinación de argumentos nos ayudaron a entender la sociedad de la época elegida para la ocasión.

De Izquierda a Derecha: D. Pedro Sáez León y D. Eduardo Juarez Valero

La Conferencia - Coloquio, con la participación de nuestro presidente y la asistencia de varios de los socios de la Asociación de Amigos del Patrimonio Cultural de Martín Muñoz de las Posadas contribuyó a la divulgación de uno de los momentos más relevantes de la historia del pueblo, con el salón de plenos del Ayuntamiento como testigo.

Los temas tratados en este interesante coloquio-conferencia, abordándose los aspectos más característicos de la Castilla del siglo XVI y su aportación de nuestro pueblo.
Se disertaron diferentes aspectos, desde la fundación del pueblo por Martín Muñoz a finales del siglo XI; su división territorial como cabecera del sexmo de Posaderas; los personajes naturales de la localidad: cardenal Espinosa, sus cargos políticos, religiosos y su legado en el pueblo; los escritores Juan Sánchez Sedeño y Bartolomé Bravo; el obispo Andrés Bravo de Salamanca; la participación en la conquista de América - hijos y vecinos - con 26 personas que salieron de esta localidad; la concesión de feria franca; el título de villa; la fundación del convento de padres franciscanos descalzos; el hospital de Santa Ana...

Uno de los momentos del coloquio. El público asistente completó el aforo de la sala.
Desde nuestra Asociación hacemos público el agradecimiento por la deferencia de D. Eduardo Juarez Valero en colaborar con nosotros en la actividad, esperando que nuestra hospitalidad estuviera a la altura de su generosidad.

Esta información se completa con la siguiente:

Reflexión por D. Eduardo Juarez Valero:

Quién me iba a decir a mí que, gracias al Cardenal Espinosa, iba a descubrir la noche cebollera, la amistad y el disfrute de la compañía de buenos compadres entre tomates únicos, tortilla de Fuencisla y fresco vino tinto que relajara el ambiente sahariano. Sin duda, poder recordar la figura de un personaje tan interesante como olvidado o, peor aún, , desconocido en el lugar donde nació y a escasos cien metros de su última morada, me hizo reflexionar al respecto durante el entretenido camino de vuelta. Mientras Juanjo Alonso me seguía instruyendo con mil detalles sobre la comarca, un servidor trataba de comprender cómo es posible que en este país se olvide a personas como Diego de Espinos. En cualquier otro país de este ancho mundo, alguien de su taya y  trascendencia estaría presente en la historia estudiada y difundida.

Y, como bien recordaba Pedro Sáez León, poco importa el talante, la acritud o la actitud del personaje histórico, sino su trascendencia. Diego de Espinosa alcanzó la cota máxima de poder asumible por alguien que no fuera el rey de España en aquella época. Obviamente, la idiosincrasia del sistema político del antiguo régimen sometía al capricho y voluntad del rey la permanencia en el poder o el éxito en la gestión. Fruto del camino iniciado por los Reyes Católicos hacia el poder político a través de la formación universitaria, este desconocido vecino de Martín Muñoz de las Posadas fue el primer leguleyo en alcanzar la cima del poder político de aquella España de los mil reinos y las mil trampas. Quién sabe si, tras el triunfo del modelo político que representaba Espinosa, la élite putrefacta patria no decidió cortar este tipo de ascensos, llevando al poder a basura de la calaña de Francisco Gómez de Sandoval, infausto Duque de Lerma.

Sea como fuere, espero poder regresar a Martín Muñoz de las Posadas, gastar unos tomates atómicos, disfrutar del vino fresquito y de la compañía de Juanjo, Pedro, Santiago, Fuencisla ... Eso sí, la próxima vez iré acompañado de unas buenas judías del Real Sitio que acompañe los frutos de una huerta tan maravillosa. ¡Bendito el día que les sacamos esta joya a los abulenses!
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