Puente El Naranjo en el paraje La Irvienza
Texto: Margarita de Frutos Arévalo
Poesía: Marita Maroto
Fotografía: Juan José Alonso
Paseos al puente El Naranjo
A menudo paseo con mi bicicleta hasta el puente El Naranjo, paraje de La Irvienza en Martín Muñoz de las Posadas. El otro día, cuando estaba allí, recibí un mensaje para que enviara dos poemas para una antología poética. No dudé un instante en hacer un poema sobre el puente, porque me gusta mucho observarle y que tantos sentimientos me transmite, siento su estado de conservación actual.
Poesía:
Cuando voy a visitarte,
me aposento debajo del espino de flores blancas que hay frente a ti,
custodiándote día y noche,
para así contemplar tus cinco ojos enladrillados, anaranjados,
originados allá en el siglo XV,
por donde las lágrimas del Voltoya se cuelan en busca del mar.
Y hablo contigo del silencio que impera en ese humilde y especial paraje
y que te abraza sin dejarte desalentar.
A veces, lloramos los dos cuando veo entre los intersticios de tus piedras desgastadas,
como rezuma la tristeza de la decadencia,
los recuerdos de aquellos días,
la nostalgia de aquellas gentes.
Por tu lomo, transcurre el cordel de Arévalo que conduce a la Leonesa Oriental,
testigo ayer, del paso de arrieros, ganaderos trashumantes, hortelanos y molineros.
Hoy, sin embargo, más solitario, no soportas más que el peso de las ruedas que me conducen a ti,
y para volverte el color,
te recitan poemas y tañen instrumentos muy cerca de tus ojos.